La vaca mallorquina es ideal para el aprovechamiento de bosques y zonas poco productivas.

Pedro Mayol, de Vedella Des Caparó, es un hombre que transmite serenidad. Después de 25 años de trabajo en el aeropuerto, la crisis del 2008 lo llevó a regresar a sus raíces y dedicarse exclusivamente al campo y a la ganadería extensiva. Desde entonces ha ido creciendo el ganado sin romper el equilibro y la finca, ya que cierra el ciclo al completo. Todo lo que comen lo produce él. Habla con mucha convicción de la vaca de raza mallorquina y sus cualidades que van más allá del beneficio económico.

Tiene una carne muy gustosa y muy apta para quien no pueda comer mucha grasa. Porqué la poca que tiene contiene un 85% de contenido oleico. Normalmente la gente que la prueba por primera vez es habitual que me llamen y me digan que les ha gustado mucho. Cada animal tiene cerca de cuatro años cuando van al matadero y dan un canal de 140/170 kg. Lo habitual dentro de cualquier explotación seria entre 10 y 12 meses para 250 o 350 kg de canal. O sea, tres veces menos de tiempo y tres veces más de carne. Este desequilibrio da una carne muy poco gustosa y concentrada, hecha muy deprisa y con alimentación forzada.