El pato mallorquín es de tamaño mediano, con un peso aproximado de 3 kilos en el caso de los machos y de 2 kilos y medio en el caso de las hembras. Tiene un marcado dimorfismo sexual que se manifiesta principalmente en el plumaje. Su postura es horizontal y la forma del cuerpo es casi elíptica.
El pato Mallorquín tiene la cabeza alargada, de tamaño proporcionado al cuerpo y con la parte superior curvada de forma suave, que enlaza perfectamente el pico con el cuello. Su pico es largo y de color azulado, con frecuentes desviaciones hacia verdoso amarillento, y las comisuras limpias y bien definidas. Los ojos son de color marrón oscuro, redondos y proporcionados en la cabeza. El cuello es grueso y corto.
El pecho es ancho y bien dotado de masa muscular. Las alas son relativamente cortas, situadas parcialmente sobre la espalda y siempre bien pegadas al cuerpo. La cola es corta, poblada y situada en un ángulo de 45º sobre la horizontal.
Los muslos son de tamaño medio y las piernas cortas, de color naranja.
Como ya se ha mencionado, la coloración del plumaje manifiesta un marcado dimorfismo sexual, ya que el macho tiene la cabeza y la parte superior del cuello de un color bronce verdoso oscuro, mientras que la espalda y el pecho son de color gris marrón y el vientre más claro; las alas tienen una franja de un color marrón más oscuro, con algunos reflejos metálicos; las plumas de la cola son de color marrón negro, acompañado siempre de un grupo de plumas blancas, y un grupo más reducido de plumas negras.
La hembra es toda de color rojo claro, con un barrado homogéneo y bien marcado, que se intensifica sobre la espalda y las alas, donde presenta una franja más oscura y más mate que en los machos; la cabeza presenta también unas franjas más oscuras que van desde el pico hasta detrás del ojo. Como ocurre en muchas razas de origen similar, hay una variante de coloración más clara, que se manifiesta de forma más ostensible en las hembras.